Si alguna tarde se acerca a nosotros
un divertimento en forma de flor
o de música de otros tiempos
no reforcéis una respuesta
tan artificial como inconsciente,
más bien de todo este juglar
quedaos con el impulso, la manzana.
jueves, 22 de noviembre de 2012
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Espero que te hayas repuesto de la merma.
ResponderEliminarTu poema me hace pensar en volver a lo primigenio, a lo natural, a olvidar la cháchara del mundo, los oropeles, la manzana también del árbol original, la del pecado, la de la vida salvaje y natural, la que desafía a Dios...
Me alegra verte de nuevo por aquí. Y leerte, claro.
ResponderEliminarJL
Gracias por seguir aquí... ¡qué paciencia!
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