Ese contacto cálido y continuo
transportando el oxígeno
entre tus venas,
lo más dentro de todo tu cuerpo.
Tu salada
sed de vida
penetrando tus ojivas,
conociéndote hacia fuera.
Que me necesites
irreemplazable, sin mí
ni tus miradas
son-risas
rubor o pasión;
una carretera de poseerte
hasta las yemas de tus caricias.
Y sentir que me abandonas a la nada
sólo un poco
trece veces al año,
si te abandono yo
la muerte.
QUIERO SER TU SANGRE
martes, 7 de mayo de 2013
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