La niebla
es la espuma de la lluvia, la tristeza chocando contra un acantilado de
incomprensión provinciana que no sabe de corazones necesitados a los que
estorban los límites, corazones ilimitados y presos que se van marchitando más
acá del horizonte.
martes, 12 de mayo de 2015
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Cuando la niebla invade, ya no hay horizonte... quizá romper los barrotes pueda ser un buen plan... hay que recordar que somos creadores de nuestra historia. Y se puede dejar de ser niebla! Te invito... no me descubres?
ResponderEliminarEstuve en las zapatillas...
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