no escribir,
castigaros no escribiendo...
En mi mundo sois sólo errores:
equivocaciones tan inevitables
como estos azotes
inútiles y necesarios.
Llamadas de atención
que lastran mis pies, porque
de otra manera podría
convertirme en buzo
que alcanzara la superficie
o también en globo aerostático
logrando llegar al cielo.
Incluido en Tropecientos Milk Poemas, de próxima aparición.
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