Aquí vengo para pintar un texto puntillista, no para hacer un diario de nimiedades; para arengar al lector a que escriba, no a que se trague las ruedas de molino de mis pequeñas tragedias y filosofías baratas; para regalar demos de textos agotados, no para hacer publicidad de libros que haya que comprarse... por todo lo anterior y por muchos más motivos que oculto deliberadamente para que los adivine quien se aburra de ver la televisión, ESTO NO ES UN BLOG.
Y también como guiño a Magritte y todos los ismos de principios del XX, sombras que pasearon alargadas durante el desierto de imaginación que han supuesto los últimos 30 años, muertas ya la Razón, la Historia, el Pensamiento y la madre que las parió a las tres: la Filosofía en persona, de cuerpo presente.
Pongo a Sawa por testigo de que nunca volveré a temer al folio en blanco; durante los crepúsculos se agitan en el cielo los colores de todo el fuego redentor, de ahí el motivo de todos los escritos suicidas que se inmolan en las páginas de mis cuadernos inéditos. Si no hay más después de esto, que venga cualquier best-seller y levante acta; a mí me la trae al fresco, como a Leonardo.
domingo, 26 de abril de 2009
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