Además: ni lectores en papel, seguidores en tweeter o devotos en cualquiera de las otras redes sociales. Simplemente, no existo en vertiente social: lo que es tanto como decir que no existo en absoluto. Practico blogs, redacto prosas efímeras que se complacen en no ser leídas... en fin, infinidad de variantes de la Nada que nos son ofrecidas desde la perspectiva contemporánea.
Esto me proporciona una absoluta libertad, pues no me debo a editores ni espectadores. El resultado es que sigo impartiendo una justicia estético-política tan necesaria como ignorada. El resultado de la situación, a todas luces caótico a poco que se miren las noticias, no me atañe.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar