Esa gran afición/tendencia que se impone siempre provisional... pues no es el motivo de mi dilatada ausencia. Más bien se trata de la multiplicidad de tareas, que aboca al plano secundario a ésta tan tentadora que es el blog... una especie de exabrupto convertido en letras.
A ver si -declaración de buenas intenciones- este año me impongo una regularidad siempre beneficiosa para los espíritus imprevisibles. No sé, al menos una media de postear semanalmente. Mientras tanto, os añado una obrita de teatro.
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