SEGUNDO
Para quien se
encuentra triste, en la pendiente, solitario y ya vencido, es necesario
resolver una duda que destroza el alma, saber si aún vale la pena jugarse y
vivir o no hay más remedio que vivir así, tirado y pisoteado, como en el suelo,
porque no puede seguir sin saber la verdad.
Como perros de
presa, las penas traicioneras le hacen sentir un dolor de bestia perdida que
quiere huir del puñal, y aunque todo en el mundo es inquietud, en medio de
tanta indiferencia busca sus propias verdades.
Pero duele tanto
tanta calle, tanta gente y tanto mal que no hay estómago que aguante este
desprecio, y sumando mentira tras mentira, infamia tras infamia, acaba sabiendo
que la vida no es juguete y el lirismo es un billete sin valor.
Observando que la
gente rinde culto a la mentira, lo más inmediato es que hay que fingir para
vivir decentemente, pues la verdad es restregarse con arena el paladar y ahogarse
sin poder gritar, porque la razón la tiene el de más guita, la honradez la
venden al contado, y la moral la dan por moneditas.
Resulta que es lo
mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro cuando al final se
vive igual mintiendo si hoy ya murió el criterio y vale Jesús lo mismo que un
ladrón.
No hay que
esperar nunca una ayuda, ni una mano, ni un favor, puesto que amor y fe
mentiras son, y del dolor se ríe la gente.
Lo mejor es no
pensar ni equivocado, ¡para qué! si igual se vive, y hay que vivir de rodillas
para merecer algún favor, que si de pie te pones para gritar tanta ruina y
maldad, crucificao te vas a ver por la moral de los demás.
En este
desencuentro hasta Dios está lejano, ya ni se le puede buscar por las esquinas;
se lo llevaron, lo secuestraron y nadie paga su rescate.
Si todo es
mentira, mentira es el lamento y está solo el corazón, es preferible llorar si
otros lloran, y si la murga se ríe hay que saberse reír.
Comprender, en
fin, que la vida es una herida absurda, y es todo, todo tan fugaz, que hay que
desconfiar de todo el mundo y no entregarse a nadie si en la duda está el
saber.
YIRA, YIRA
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