Mi vecina
adolescente no es una persona, sino un concepto con tetitas que se cruza
conmigo por las escaleras y piensa que soy un señor, sin imaginar mi verdadera
personalidad... la del mayor pervertido de toda la Humanidad (si no el peor,
que no oso, al menos el más complejo).
miércoles, 5 de noviembre de 2014
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¡Qué bueno!
ResponderEliminarJL
Un placer llegar hasta tus cosquillas. ;)
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