sábado, 27 de febrero de 2010

EL HOMBRE LOBO Y LA MUJER CAPERUCITA

Para Ana y Félix (o al revés)

“No os conozco, pero os intuyo...
y con eso tengo bastante
para escribiros como personajes”


Él trabajaba en una fábrica de “donuts” y soñaba con ser árbol, abrazar el cielo para divinizarse hasta abarcar el absoluto: era casi un arquetipo.

Ella en sus ratos libres colocaba dimensiones con la intención de que encajara el rompecabezas de la realidad; por las mañanas tejía ventas de teléfonos móviles con ínfima comisión, gracias a contratos que después, a la noche, deshacía mientras la miraba el universo desde una cautivadora novela; siempre la misma, siempre distinta.

Un fin de semana del mes de mayo, él había planeado buscar tesoros desde la soledad de un sendero. Para conseguir tal fin, se hizo con un detector de metales que cargó en el maletero de sus sueños y se perdió en el horizonte. Cuando le venció el hastío, pensó:

–Es un buen momento para bajar hasta el paisaje, acariciar las piedras.

Así lo hizo; después, caminó pausadamente con la única compañía del silencio natural. Su brazo derecho en tensión guiaba al detector sin esperar nada a cambio. Por su mente fluían sin cesar ideas tan sanas como la brisa, preñadas de libertad.

La sorpresa nació del ligero pitido de aviso, que se le clavó en el cerebro como un impuesto de sucesiones; ¿cómo podía ser cierto? El aparatito lo decía claramente: allí había algo. Escarbó un poco: no era precisamente una moneda, sino un cierre metálico con una inscripción misteriosa; aunque le daba vueltas, aquel símbolo no se parecía a nada conocido. Era semejante a una palmera y un triángulo entrelazados, pero al girarlo daba la impresión de ser un arabesco, o un cordón caprichosamente anudado.

Lo guardó en su bolsillo como quien escancia una música fresca y se marchó feliz. Al llegar a casa, frente al espejo, se miró largamente las manos, comprobando que aún tenía las uñas sucias.

–Tierra a la vista –se dijo. Y tras asearse, bajó a la calle con intención de ir a tomar una cerveza. En el mismo instante en que se disponía a cruzar un paso de peatones, tropezó con la mirada de ella: tan cristalina que pedía ser conversada.

La devoró allí mismo, sobre la acera; simultáneamente, ella le daba caza sin piedad ni misericordia. Así fue consumada una leyenda ancestral: ella era el cierre metálico abrazando sus muñecas suplicantes.

La esfera que describe un anillo que gira, es fantasmal y seductora como el alma de las reinas medievales.




domingo, 21 de febrero de 2010

Biografía censurada en Wikipedia

ERNESTO LAGUNA

Nacido en 1964 en lo que entonces se llamaba España, su controvertida obra artística se mezcla con el compromiso social, que acaba formando parte de la misma (de puro independiente, casi siempre inédita o autopublicada bajo seudónimo). Extemporáneamente ha obtenido premios literarios y menciones en medios marginales.

Entre sus obras más inquietantes del “performance del absurdo” se encuentran su candidatura al senado en el año 96, los 14 años ininterrumpidos que actuó como alumno universitario o los 20 años (interrumpidos) de representación cotidiana como trabajador de la administración.

Se declara heterófago del seudónimo con el que ha publicado algunas de sus obras, que considera conveniente mantener en el anonimato en tanto persista la actual situación política española. Baste decir que sus volúmenes de ensayo, poesía y cuento publicados actualmente, no serán asociados a su nombre hasta entonces, así como sus obras plásticas e interdisciplinares.

Para salir a la luz pública sin temor a represalias en este país de “dictadura administrativa”, espera el futuro e hipotético día en que el Estado Federal de España se convierta realmente en una democracia no monárquica. Entretanto, colabora extemporáneamente con medios alternativos como “Kaosenlared”, “Rebelión” o “Rojo y Negro”.

sábado, 13 de febrero de 2010

DISFRAZ DE SAN VALENTÍN


Y después vente conmigo para explorar nuevos mundos
los que nunca te ha dado, tus destinos vedados...
vente a frecuentar otros antros, conocer mis amistades,
viajar entre sábanas y descubrir capitales; ampliarás horizontes
entre brumas y placeres, hasta que encuentres una excusa
para acabar conmigo: alguien que te diga, mañana
“no regales disfraces, no disfraces corazones”.

miércoles, 3 de febrero de 2010

"Sólo para locos, la entrada cuesta la razón"

Permítaseme que haga mía la tan famosa e inquietante frase del libro "El lobo estepario" de Hesse, para someter a la consideración de quienes osen traspasar la frontera, el siguiente especimen:

http://www.bubok.com/libros/22183/VERSOS-PROHIBIBLES

Quizá sea la oportunidad que aguarda, o tal vez se trate de un espejismo más en el laberinto de la inexistencia. Gracias por vuestra colaboración.