martes, 21 de febrero de 2017

La muerte: siempre ajena.

Hasta dos días antes de su muerte pensó que al igual que el cabello se va blanqueando, las canas pueden volverse de color cabello.

¡Vana ilusión de juventud que nunca vuelve!

Fragmento de un libro sobre la muerte
(inédito, en preparación).

martes, 7 de febrero de 2017

A TODOS ESOS HIPOTÉTICOS Y FUTUROS LECTORES (SÓLO PROBABLES) QUE, POR OBVIOS MOTIVOS MATERIALES, JAMÁS LLEGARÁN A CONOCERME PERSONALMENTE

No os aflijáis por semejante tontería adocenada: en persona soy insoportable, nada que ver con la posible idealización que habita vuestra mente. Mejor que os quedéis con la ilusión en la recámara que haber experimentado la constatación de un trato humano que a buen seguro os defraudaría.

Podéis nadar libremente, navegar por las páginas que os lego: ahí me encontraréis más que en la carne.

Y si queréis una buena guía para surcar los procelosos desiertos de la existencia (siempre distinta, siempre irrepetible, siempre ajena), no dejéis de hacer lo que yo hago… pero no cometáis el pueril error de hacer lo que digo.