jueves, 17 de marzo de 2016

El hombre

Soy el que duerme con los perros en un paraje inhóspito, abandonando la casa para protegerla; soy quien se presta para aguardar en la encrucijada hasta que llegue la muerte o el diablo, pues generalmente el terror no ha dejado distinguirlos al populacho.

Es de noche, por supuesto; a lo lejos se oyen hombres, desde lejos llegan, más temibles que la muerte misma, porque son el diablo mismo. El hombre, la peor muerte, el peor diablo: más deleznable que cualquier animal, porque los perros me dan su calor mientras duermo.

Mis entrañas pueden estar tranquilas, yo vigilo que nadie se les acerque, nadie perturbe sus sueños; menos aún el Hombre.