sábado, 17 de marzo de 2012

Seducid@s por la música

En 0:23:30 y hasta 0:25:40






De 3:08 a 5:18

 



Sobre la traducción, aquí va una propuesta; también hay quienes dicen que el título sería "Amara me" (un juego de palabras entre "amarme y amargarme", o algo similar).

AMARE ME


Amarme a mí
amarme a mí
amarme a mí
es algo oscuro pero,
oscuro pero, oscuro, pero
ahora me matas,
ahora me matas,
ahora me matas de dolor.

Amarme a mí es un error seguro.
Yo estoy muerta y tú estás loco.
Me destrozas y me acuchillas.
Me dejas ciega en el corazón.

Amarme a mí
amarme a mí
amarme a mí
es algo oscuro pero,
oscuro pero, oscuro, pero
ahora me matas,
ahora me matas,
ahora me matas de dolor.

Soy una pobre perdida,
le conocí y me ha dejado.
El muchacho siempre es presa del destino.
¿Dónde estarás?

Amarme a mí
amarme a mí
amarme a mí
es algo oscuro pero,
oscuro pero, oscuro, pero
ahora me matas,
ahora me matas,
ahora me matas de dolor.

Amarme a mí
amarme a mí
amarme a mí
es algo oscuro pero,
oscuro pero, oscuro, pero
ahora me matas,
ahora me matas,
ahora me matas de dolor.

También hay otras versiones de la misma canción, para diferentes sensibilidades:





miércoles, 7 de marzo de 2012

ya lo sé

Ya sé que hablaréis de mí en cuanto me haya ido, al instante de mi media vuelta, de mi marcha envidiable incomparable. Diréis (os diréis) todo eso que llenaba vuestra cabeza en mi presencia, pero jamás tuvisteis osadía ni arrojo para decirlo en mi cara, mirándome a los ojos… no sé si por pudor o por falta de vergüenza, pero vuestras palabras mudas estuvieron eternidades encerradas en vuestro cuerpo. Mis ojos son cofres que guardan decisiones difíciles, atesoran el triunfo de plantarle cara a las costumbres; demasiada fuerza para que podáis aguantarme la mirada.


Sé que hablaréis de mí y recordaréis algunos de mis movimientos, los hechos que han jalonado mi presencia leve y fugaz en vuestras vidas; es mi destino y así lo acepto, al igual que es tan contrario el destino de tantos que han desfilado ante vosotros: ésos de quienes nunca habéis hablado, ésos que ni siquiera recordáis porque no marcaron una estela ni siquiera levemente, quienes no han dejado huella.

Os pido disculpas por decirlo en estos versos tan prosaicos, aunque se trate de algo de tal importancia y difícilmente comprensible para el común de los mortales: la excepción de vuestro silencio delata una falta de empatía, una sinceridad hurtada al humanismo; sólo sois capaces de hablar de mí cuando me ausento, sin reconoceros siquiera en el papel de llenar vuestra vida con los rumores sobre la mía. No creo ser superior ni diferente, pero vuestro trato significa que me habéis etiquetado como tal y por eso me tratáis de manera inusitada. En fin, acepto sin acritud que mi papel central conlleva el aislamiento y la incomprensión por parte de esta pandilla de cómplices (sólo entre ellos) que son los demás. ¿Aceptáis vosotros el vuestro, de rumor sin rostro amparado en la maleza… de murmurar contra el viento, sólo porque soy diferente?

Para Lucas, que ahora es Marta.

domingo, 4 de marzo de 2012

ALGO QUE SE ROMPE

Música para la paz en tiempos de guerra interior, inminente, sin mediación. Una batalla cotidiana pausada, sin pausa. Es el veneno de la vida sin sentido, que viene a pudrir la sangre y la vuelve transparente. Después llegará la piel traslúcida, entre asombros circenses y ovaciones callejeras; es la admiración de los eunucos, quebrando el silencio acogedor de la soledad. Paciencia. El siguiente paso nos acerca a la anhelada nada tanto como una mano vacía dentro del bolsillo, apretado el puño para que no escape la tensión de la mandíbula. Sólo resta caminar, buscando la erosión: los elementos son justos como el tiempo, son aliados. Ser invisible en un mundo de ciegos, una empresa redundante para unos tiempos necesitados de sí mismos. Si la niebla no lo rodeara todo, la fragilidad de un hueco, el de mi corazón, irisaría el mundo descomponiendo una luz radiante hasta inventar los colores. Espectros, sólo recuerdos antropomorfos pueblan esta morada azul como los imposibles días nunca llegados y ya idos para siempre al vacío de mi memoria; licuefacción de ideas, en el cerebro ya sólo hay agua salada. Tras tanto llanto sólo puedo pensar el mar de todas las ausencias.

Un fragmento suelto del año 98, siglo pasado...