miércoles, 18 de diciembre de 2013

Lo siento

Siento en mi interior una dolencia
intuida, siempre nueva, desconocida.
Por si acaso fuera cáncer, mañana
pienso empezar todos mis sueños
para que la muerte no me encuentre
con tantas cuentas pendientes.
Es un dolor que no duele, es el vacío
de un corazón siempre hambriento
buscando una gota de rocío;
es el afán de lluvia que late
al fondo de la ilusión marchita,
el afán de sol para mis venas
deseando crecer siempre verdes.
Mis entrañas hierven una tormenta
pues necesitan algo que no llega
quizás está llegando a cada instante;
desde mañana forjaré mis mil sueños
a golpe de aliento y de sangre, sin miedo
y lejos ya de maldiciones o amenazas.
En mi interior anida una dolencia
emergente, imparable y gigante.
Mañana empezaré a curarla
por si acaso fuera la vida.



jueves, 5 de diciembre de 2013

Así es la vida

Al llegar a determinada edad... a ella le sigue gustando gustar. En cambio él ya ha renunciado -por desidia o lo que sea- y sólo quiere que le gusten. ¿Cómo decirlo? Ser gustado, quizá sea casi exacto; revolcándose en la impotencia tan bien conocida por ella. Él, resentido, piensa que es obra suya (de ella) y la desprecia (a ella). Se va con sus amigotes, tan impotentes como él: no en lo sexual, pero sí en lo humano. Quiere ser animal, casi una zorra que desprecia las frutas apetitosas, jugosas, mintiéndose que están verdes.



jueves, 28 de noviembre de 2013

UNA LÁGRIMA DE MÁRMOL (desierto con figuras)

Estoy ahora rozando tu eternidad de pétalos
Hablo de una guerra de recuerdos
Entre puertas y andamios; posados levemente
Sobre las yemas de unos dedos florecientes
Como jóvenes plantas a punto de emerger.
Me resultan indiferentes las horas
Soy el último indígena
De unas tierras que no existen.
Vago por las notas musicales
Igual que las gotas de lluvia
Se apoderan del eco en la cueva del absurdo.
Y soy un transporte de mi propia vida…
Mi cuerpo acoge indiferente las curvas imprevisibles
Pero también se traslada hacia otro dolor
Más comprensivo que la incapacidad de ser amado.
Hay un desierto cuyas dimensiones
Se encuentran en continua expansión: el conocimiento.

La danza circular alrededor de un fuego vital
La búsqueda de una maldad objetiva
Y saber llegar al asesinato de la belleza
Son las únicas fuerzas que podrían
Hacerme abandonar la hamaca.
¿Por qué la conjunción de los ceros
O la desaparición de esta fiebre?
El juego comienza en cualquier momento
Sólo que ahora todo es diferente
Porque no tengo alma para apostar con vosotros.

Si tú que me escuchas
Alguna vez participaste de una velada sin tiempo
El asedio a un castillo de carne
O has sabido partir el humo con justicia equitativa
Estarás perdido en una noche como ésta:
Afuera sólo hay frío
Ni comunión de sufrimiento
Ni guerra en los balcones.
Todo está lleno de gente
Pero se trata de una ciudad fantasma.
Los zombis reposan
Para volver mañana
A nutrir el engranaje
Con sus energías.
Comunican a sus objetos un halo
De bendita consumación ritual
Y participan entre su clan de metas
Vacías como sus cuencas
Ya para siempre condenadas
A la caverna de falsos colores.

Surgirás de entre la niebla de sangre
Marchito e indómito tras tu amnesia
Y el paisaje no será tu aliado:
Vagarás ya eternamente, sin pasado
Buscando un pasaporte
A esa dimensión de inocencia.
Tú, en otro tiempo maestro de ceremonias
Caducas ya incluso en tu memoria
Arrebatado de un dolor desconocido
Pululando entre sombras
Amenazadoras como el cadalso.

Es de noche, no lo olvides.
Ese amarillo sol artificial
Multiplica tus ausencias
Mientras sigues corriendo
Huyes de tu sombra.
Ni así obtendrás calor o descanso.
Pasan las horas mas no amanece
La rotación trastocada
Como si todo se aviniese
A encajar en el sinsentido.
No se repiten los días pues no existen
Y si lo hicieran serían diferentes
En ese dolor creciente de saber
Para siempre perdida

La vida entre caricias.

domingo, 24 de noviembre de 2013

El tango (5)

QUINTO
Recordar es una alegría que puede matar, sobre todo cuando los años han pasado terribles, malvados, dejando esa esperanza que no ha de llegar y es mejor dejar perdidos los anhelos que no han sido.
¡Qué amargura! La de estar de este lado sabiendo que enfrente nos llama el pasado a través del turbio cristal del recuerdo.
La juventud se fue, pero vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo hace nacer nostalgias de las cosas que han pasado, arena que la vida se llevó, pesadumbre de barrios que han cambiado y amargura del
sueño que murió.
Cansa tanto escuchar ese rumor de la lluvia sutil que llora el tiempo sobre aquello que quiso el corazón, que uno desearía poder esquivar el tiempo cruel y volver a vivir aquella edad, fantasma del viejo pasado que ya no se puede recuperar.
Es tan triste vivir entre recuerdos como la fiera venganza del tiempo que le hace ver deshecho lo que uno amó.
¡Cómo se pianta la vida, cómo rezongan los años! hasta comprender que las horas que pasan ya no vuelven más y todo retorna del recuerdo como un tiempo viejo, caravana fugitiva.
En un mar de ausencias se nos va la vida curda ya de recuerdos, como volcando un veneno en el olvido que todo destruye.
Todo se abisma en el pasado, pues la triste ceniza del recuerdo no es nada más que ceniza, nada más.
Después de todo nadie vuelve al rincón de su nostalgia.
MELODÍA DE ARRABAL

viernes, 22 de noviembre de 2013

HELARTE POR EL ARTE

Fíjate si te quise, que algunas veces
salimos juntos a comprar ropa
¡con lo insoportables que os ponéis
los tíos en las tiendas!
También es cierto que te quise un poco
por misericordia (tanto amor toda la vida)
y otro poco por curiosidad, por saber
cómo es un amor platónico en la práctica.
Me habría gustado que tu marcha
hubiera dejado una inscripción
en el frontispicio de mi vida:
“recuerdo de un muerto”. Pero no
ni muerto ni tan importante, sólo
te largaste. Y ahora seguro
que vives feliz sin mí, no quiero ni verlo.
Tú siempre has sido capaz de todo
por lo único que quieres… tú
siempre dándole la vuelta a las cosas,
rizando el rizo hasta retorcer
la tortilla. Ojalá sólo tengas frío.
Eres como el hambre que deja la fruta
tras un día a dieta; peor que no
haber comido. Nada más.

El hambre de la fruta, eres.


lunes, 11 de noviembre de 2013

Lo llaman madurez

Sucumbí a la tentación de que mi vida dejara de ser excesiva, pero ¿cuándo? Preferir glosar una existencia antes que darse a los excesos ¿acaso no es ya un exceso? ¿No es un poco Kavafis y sus pensamientos sobre lo extraordinario, sobre los placeres cotidianos?


domingo, 3 de noviembre de 2013

Cotidianidad

Al atardecer, lo ignoto y atractivo de cuanto desconozco pero existe, proyecta su alargada sombra sobre toda mi sabiduría. La imagen es tan simbólica como perfecta. Una imagen exótica y atractiva (como todo lo que aún me queda por saber) perfilando la incertidumbre por encima del conocimiento anquilosado.

El conjunto es tan simbólico como clarificador, además hace que mi entorno se transforme, deje de ser algo acabado para convertirse en aventura. Surco inmensidades sin abandonar mi despacho, el reducto desde el que construyo mis bombas de relojería, día a día.


Al atardecer, la sombra de mi talla de madera se dibuja sobre el título de la carrera.




lunes, 28 de octubre de 2013

El tango (4)

CUARTO
Amar es volcar sin sentido los sueños al mar, porque besos y amores, amistades, bellas farsas y rosadas ilusiones en el mundo hay a montones por desgracia.
Cuando llega la hora de archivar el corazón, de hacer con la ilusión un lindo paquetito con una cinta azul, guardarlo en el baúl y no volverlo a abrir; cuando todas las puertas están cerradas y ladran los fantasmas de la canción, se busca una puerta por donde se escape la fiebre del alba que huele a dolor.
Hay vacíos imposibles de llenar, pero en los viejos cafetines siempre rondan los recuerdos de un país y de un amor.
Allí cada cual tiene sus penas: el pesado destino de andar y de andar, un amor traidor como lágrima enredada o la garúa de la ausencia.
Son una mezcla milagrosa de sabihondos y suicidas, porque no hay consuelo en la soledad: el gusto de las copas parece siempre igual y el juego es más perro que toda mujer.
El ayer se hace brillo hasta la aurora y las horas que agonizan se niegan a pasar, porque la pena es un gran armario abierto que nadie cierra en un país que está de olvido, siempre gris, tras el alcohol.
Las penas matan, son cicatrices de un tormentoso pasado que ya no se cierran nunca porque llevan siempre trunca la esperanza de curar.
Se debe guardar respeto por el que quiera tomar, porque si las copas traen consuelo y la vida no vale ni medio, entonces se cumple que todos los que son borrachos no es por el gusto de serlo y sólo Dios conoce el alma que palpita en cada ebrio.
Se puede encallecer lentamente igual que la gente sin alma y sin voz si la vida es corta, y se aprende a regarla con tango y con champán; también se puede morir y latir al compás del reloj, como una máquina fiel, igual que un robot, sin piel.
Para salir de ahí hay que decir: basta de noches y de olvidos, basta de alcohol sin esperanzas y darse al amor como ayer; o dejar que al final termine la función corriéndole un telón al corazón.
MALEVAJE

jueves, 24 de octubre de 2013

HERMENÉUTICA DEL DELIRIO

No escribo todo lo que pienso (me autocensuro) pero sí pienso todo lo que escribo (hace mucho que no practico la escritura automática). Observo y participo, como cualquier antropólogo que se precie, sin implicarme más que lo imprescindible (o sea, todo). Analizando con detalle mis obras y su contexto, puede concluirse –sin duda– cierta misantropía… es el reverso de la realidad, esa otra utopía.


lunes, 21 de octubre de 2013

Fría mente

Asisto a mi declive físico igual que lo hice con mi juventud incierta: sin un asomo de tragedia. Con curiosidad, con desparpajo, buscando los significados últimos de todo cuanto me sucede. Quizás intentando así desmenuzar la ‘realidad real’, tan disfrazada ante esta tan obstinada ‘realidad aparente’.
Contemplo, como un científico que ha inventado su propia ciencia, cómo todo va encajando hasta darme con disgusto la razón en este absurdo mundo en el que quien tiene razón, sucumbe.
Quedan las glosas de mi testimonio como hitos que son, en el camino. Quizás, igual que las constelaciones, sirvan para orientación de peregrinos. A mí me valen como pasatiempo incomparable (pues soy el protagonista) y propedéutica para quienes se quieran acercar a mí en el futuro.


viernes, 18 de octubre de 2013

Oniropatía #25

El amor y su disfraz de mujer perfecta:
Llegará hasta tu lado el carnaval de Venecia; el increíble Lila dejará de ser un monstruo que te alborota las entrañas en primavera. Un ser que viene desde más allá del sexo y las palabras… desde una lejanía que nada tiene que ver con las distancias: llenará tu burbuja maquillándose hasta el aliento con una desfachatez sin medida. Carmesí tu interior y morado el microclima que son tus besos; te invadirá una risa que sólo comprendes tú, pero intentarás comunicarle a tu nueva compañera. No tan reciente como parece: en cuanto indagues en el pasado, en la infancia sobre la que ha correteado tu ego y ha trepado tu adolescencia… descubrirás su sombra, ya en los primeros indicios de luz ultraterrena; sin embargo, esto no es lo relevante ahora, aunque te llene de una euforia que no cabe en este planeta. Rendido a los pies de quien ha pasado a ser ya un concepto, te arrastrarás sin saberlo –creyendo rendir pleitesía– entre palacios de un lujo para ti desconocido y ajeno. Atento a cada uno de sus intrascendentes gestos, displicentes o cansinos; la indolencia se te antoja Apocalipsis, interpretas cada suspiro como si se tratase de una profecía… no atisbas penumbra alguna, ni perfilas con tus ojos el límite de los objetos. Parece como si todo se hubiera tornado ya abstracto de puro concreto, mirado desde tan cerca.
“¡Marcha, que no quiero verte!” serán palabras enmarcadas como ausentes en las prioridades de tu
mente. Mientras, atento a la musa frívola cuya inquietud más elevada reside en el color de aquella losa de mármol muerto… ignoras, porque te mientes, que todo es un espejismo inventado en el oasis: el sueño de no ser hombre, para no rendir cuentas al cielo. Reptas casi olvidando tu condición voluntaria: eunuco en procesión solitaria.
Simultáneamente sientes un ligero dolor en las caderas, que atribuyes al roce áspero del suelo; mortificarte resulta labor placentera. Pero sobre tu grupa, galopando a costa de tus esfuerzos, se encuentra una
impalpable saña, con rostro de sádica impertérrita. Representa al colectivo de todas las despechadas con las
que has ido jalonando en tu existencia; es el símbolo de una venganza hecha hembra, la antítesis de la musa a
quien crees realmente motor de tu existencia. Todo lo anterior te resulta indiferente: de tu boca ya no salen improperios ni descripciones, desde hace siglos; las palabras han dado paso a figuras multicolores: son metáforas hechas materia. Objetos que hablan por sí mismos. Cuando pretendes comunicarte, das a luz entre tus dientes miles de joyas aladas, que patinan alegres por el suelo. La escena te satisface aunque te duela. Las bridas tensas con las que ella te hace volver la mirada hacia su verdadero rostro, el que te galopa… sólo te parecen caricias que se regalan a cualquier caballería.
Interpretas su risa burlona como una complicidad eróticofestiva; el intento final de llamar la atención de la musa, se convierte también en colores palpables, alegres entre los dientes… se mezclan con ellos mismos, pues no hay espíritu alguno que tenga dentadura; tú tampoco la necesitas.
Concluyes aceptando sin duelo que tu vida, gracias a todo, ha pasado a ser un puñado de figuritas lúdicas en
manos de un mundo inconsciente; te gusta que así sea. Al fin, ¿qué era antes, sino un desierto sin nombre? ¿qué, sino una noche donde reinaba una escala de grises, una caverna sin oso, un faro sin niebla?

lunes, 7 de octubre de 2013

El tango (3)

Amar es vivir otra vez, y la vida tiene forma de mujer; así que las ilusiones buscan la dulce quimera que guarda el alma que alucinada quiere esperar, pues quien tiene un cariño al cariño se ha de dar.
Pero hay cariños que son amargura, que parecen castigo de Dios, y el valor que representa el coraje de querer se convierte después en un dolor.
A veces se muestra la vida sin sombras ni herida, sin pena ni amor, porque primero hay que saber sufrir, después amar, después partir, y al fin andar sin pensamientos.
¿Para qué recordar las tristezas; presentir y dudar, para qué?, si todo el carnaval gritando pisoteó la mano fraternal de Dios, juez supremo que sabe el pasado.
La gente es brutal y odia siempre al que sueña, lo burla y con risas desdeña su intento mejor.
Quizá sea condición de varón el sufrir, pero al volver al pasado se hacen nuevas cuentas viejas y ella vuelve noche a noche como un canto para reprochar la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
Mientras por una cabeza se cometen todas las locuras, una madre canta un canto querido que llega hasta el alma, porque sólo una madre nos perdona en esta vida, es la única verdad; es mentira lo demás.
Vamos por viejas rutinas cuando está de olvido el corazón, porque siempre se vuelve al primer amor.
Tras el ventanal, mientras pega la llovizna en el cristal, con los ojos más nublados de dolor hay una soledad sin para qué con el gesto de quien se ha muerto mucho.
Un hombre no debe llorar, pero si hay llantos que pueden perseguir así, se olvida que vivir es cambiar y solo (como están los que se mueren, los que sufren), solo, el corazón se entrega mansamente bajo la luz con humo del desvelo.
TOMO Y OBLIGO

martes, 1 de octubre de 2013

Allá por el...

8 de mayo de 2006

Alrededor todo son flores de madreselva, ese aromático abrazo que te envuelve y que te asfixia. Un mundo dulzón y tentador como la mediocridad, la trampa cómoda que es dejarse llevar por la inercia natural que te estrangula. Este mundo que te ahoga mientras te cautiva, con una especie de anestesia o hipnosis, que ablanda tu lucha para que no sientas dolor, para que no sientas la vida...


viernes, 20 de septiembre de 2013

Reflexiones irreverentes

Podréis profanar mi cuerpo infinitas veces, para eso habéis inventado innumerables estrategias y están a vuestro servicio todos los mercenarios de la ciencia. Incluso tenéis en vuestras manos el poder, muchas veces políticamente incorrecto (aunque eso os deja indiferentes), a vuestro alcance innumerables herramientas con las que vuestro brazo corrupto extiende sus tentáculos por todos los universos (habidos y por haber: posibles e imposibles, pasados y futuros).

Pero el asedio que ejercéis constantemente, con mi mente no os servirá de nada: es una parcela que os está vedada. A lo largo de los años he ido perfeccionando tácticas de supervivencia, impermeabilizando por ósmosis inversa este cerebro que se os niega. Por eso (y por mucho más) es tiempo perdido, para este montaje no podéis contar conmigo.


No es cuestión de heroísmo, más bien de supervivencia, de indiferencia. Vuestros valores más elevados resultan indiferentes, no sé… quizá sea cuestión baladí, que depende de vuestra importancia. O puede que sea yo quien –defectuoso- permanezco frío ante vuestras ofertas: nada tentador, en todo caso, para quien ha desertado hace tiempo de vuestro mundo del pecado.


lunes, 16 de septiembre de 2013

El tango (2)

SEGUNDO
Para quien se encuentra triste, en la pendiente, solitario y ya vencido, es necesario resolver una duda que destroza el alma, saber si aún vale la pena jugarse y vivir o no hay más remedio que vivir así, tirado y pisoteado, como en el suelo, porque no puede seguir sin saber la verdad.
Como perros de presa, las penas traicioneras le hacen sentir un dolor de bestia perdida que quiere huir del puñal, y aunque todo en el mundo es inquietud, en medio de tanta indiferencia busca sus propias verdades.
Pero duele tanto tanta calle, tanta gente y tanto mal que no hay estómago que aguante este desprecio, y sumando mentira tras mentira, infamia tras infamia, acaba sabiendo que la vida no es juguete y el lirismo es un billete sin valor.
Observando que la gente rinde culto a la mentira, lo más inmediato es que hay que fingir para vivir decentemente, pues la verdad es restregarse con arena el paladar y ahogarse sin poder gritar, porque la razón la tiene el de más guita, la honradez la venden al contado, y la moral la dan por moneditas.
Resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro cuando al final se vive igual mintiendo si hoy ya murió el criterio y vale Jesús lo mismo que un ladrón.
No hay que esperar nunca una ayuda, ni una mano, ni un favor, puesto que amor y fe mentiras son, y del dolor se ríe la gente.
Lo mejor es no pensar ni equivocado, ¡para qué! si igual se vive, y hay que vivir de rodillas para merecer algún favor, que si de pie te pones para gritar tanta ruina y maldad, crucificao te vas a ver por la moral de los demás.
En este desencuentro hasta Dios está lejano, ya ni se le puede buscar por las esquinas; se lo llevaron, lo secuestraron y nadie paga su rescate.
Si todo es mentira, mentira es el lamento y está solo el corazón, es preferible llorar si otros lloran, y si la murga se ríe hay que saberse reír.
Comprender, en fin, que la vida es una herida absurda, y es todo, todo tan fugaz, que hay que desconfiar de todo el mundo y no entregarse a nadie si en la duda está el saber.
YIRA, YIRA

viernes, 30 de agosto de 2013

Y AHORA LO POSTEO EN EL BLOG PORQUE ME DA LA GANA

¡Qué bien estáis donde estáis! Gracias a eso, tengo distancia espacio-temporal y elementos de juicio suficientes para concluir rectamente y sacar consecuencias o conclusiones diáfanas. Como en la perspectiva clásica, ni os movéis donde estáis (en el olvido, el exilio, la desaparición) ni tampoco donde no estáis (el presente, la realidad, la importancia); conclusión: no os movéis en absoluto, permanecéis como los insectos, atrapados en ese ámbar que os encarcela pero resalta todas vuestras características, espléndidas en aquella juventud mítica.
Cada un@ de vosotr@s sois pequeñas piezas irisadas con las que voy reconstruyendo el tapiz de mi pasado, el rompecabezas que no deja lugar  para el vacío (que sería olvido, ya desterrado y por eso mismo ausente) ni para el error (el recuerdo siempre traiciona el pasado interesada y subjetivamente, reinventando a su antojo.
Surco osado la senda inhóspita del tiempo que un día se fue, descubriéndome en recuerdos como quien se mira en un espejo sin azogue. Puede que sea simplemente una aventura para superhéroes en la que soy un intruso involuntario, pero tengo la impresión de que todo aquel pasado que parecía tan diáfano en su día… sólo era el disfrazado germen de vuestra actual prisión. Y todo encaja a la perfección, como si formara parte de un plan tan paciente como desconocido o sabio; desde el presente actual puede interpretarse aquello que fue presente en su día, pero ahora cobra todo su sentido: irónico y único, sin duda. Casi tanto como justo, porque en este crisol actual, atiborrado de absurdos, puede contemplarse sin duda el resultado de una operación exacta, casi aritmética, que hace del presente un resultado que procede de su cuenta previa. Es el resultado de un ajuste de cuentas.

Inédito, extraído de un volumen de memorias en preparación.

lunes, 26 de agosto de 2013

EN EL FONDO

Imagina cómo sería un mundo dominado por filósof@s: la población normal vive tranquila; nadie quiere el poder, pues para ejercerlo es requisito imprescindible ser pobre: tener un trabajo mileurista al que hay que asistir a diario o casi (salvo las ‘horas políticas’,  un máximo de 40 mensuales); además, no tener bienes patrimoniales excepto la vivienda habitual. Dedicarse al bien común obliga a: utilizar transporte público no preferente, comer verduras y proteínas a la plancha (excepto l@s vegetarian@s), estudiar y hacer estudiar a los niños en colegios públicos, utilizar la sanidad también pública. Otro requisito es tener un currículum brillante o casi (aunque puede ser heterodoxo) que durante los últimos 20 años se haya orientado a la sabiduría y el arte por el arte, sin ánimo de lucro; el poder lo ejercen ascetas que sólo piensan en el beneficio de la comunidad, sometid@s a mecanismos que les impidan corromperse, sucumbir a las tentaciones materiales.
En ese mundo dominado por filósof@s, la casta intelectual es una especie de tecnocracia al servicio de los problemas reales de la población, que se los traslada y fiscaliza sus actividades a través de asambleas de barrio; nada piramidal, todo horizontal. Progresivamente, la educación ha hecho posible que de forma paulatina la ambición ya no esté de moda. Intermediarios, especuladores y esclavistas (en una palabra, todas las variantes del mundo financiero) son especies en vías de extinción, puesto que prácticamente ha desaparecido el dinero. Gracias a la educación también ha mejorado la dieta y la salud física de la población, cada vez menos TV y por eso ha mejorado la salud mental; el deporte se practica en lugar de ser espectáculo, porque ha dejado de ser un negocio.


Si queréis un mundo como ése, podéis llamarme: de hecho cumplo todos los requisitos… no me importaría el sacrificio de ser vuestro presidente del gobierno, a pesar de todos los esfuerzos. Si me lo pidierais, creo que podría sacrificar mi asco y mis principios antipolíticos, en el fondo no soy tan misántropo: ya estoy redactando la ‘Ley de la anarquía’ (es la misma que la de la poesía).


domingo, 25 de agosto de 2013

El tango (1)

PRIMERO
Un gaucho que pasa sin rumbo ni amor, y en el pecho dolor de vieja arboleda, canción de espina con un pedazo de vida, se va a encontrar con la fría sordidez del arrabal en Buenos Aires atrapado a sus calles, ambulando su piel.
Al verlos la Pampa es un verde pañuelo tendido en el suelo que quiere llorar con un compás de tango de antes, para poner color al dolor del inmigrante. El alba no perdona ni tiene corazón para el amor ausente tras un retazo del olvido, porque ese cielo azul que todos vemos ni es cielo ni es azul.
Por eso gimen las noches de tan silenciosa calma y bajo el burlón mirar de las estrellas nace el tango errante y sentimental, fruto de la alegre gente en su excitación.
La milonga entre magnates con sus locas tentaciones es un pintoresco broche sobre la noche del carnaval donde muchos se embriagan con vino y otros se embriagan con besos.
Pero eso sólo es una apariencia, porque son náufragos del mundo que han perdido el corazón por los fracasos del amor, y la suya es una risa que precisa la confianza del alcohol.
En los prostíbulos se cambia el oro por las mentiras y se compra al contado el falso amor, y si nace en ellos el tango es porque la tristeza inventa flores allí donde van los que tienen perdida la fe.
Son almas que no tienen puerto porque han olvidado las rutas del mar y saben que es triste la primavera si se vive desteñida.
La alegre y triste fiesta de los que viven al ritmo del tango es la música de la carne que enciende todos los fuegos al arrullo funeral de un bandoneón.
La noche parece un pozo de sombras, y las pobres barcas sin rumbo que hacia las playas arroja el mar sin fe, sin patria, sin esperanza, inventan las notas que muerden las carnes con su motivo sensual.
Al fin, ¿quién es culpable de la vida grotesca, ni del alma manchada de carmín? Cuando los amigos que no están son el son del tango amargo conviene aprender a ser absurdo, por eso se abrazan bajo el foco muñecos de serrín.
La sangre que sufre a cada compás mientras el brazo como una serpiente se enrosca en el talle que se va a quebrar.
Así se baila el tango, mezclando los alientos, cerrando bien los ojos para oír mejor.
Para todo hay un tiempo acompasado, y el tango, que está en todas partes, hace que el amor perdido se convierta en una sombra más fuerte que la muerte, grito perdido en el olvido, paso que vuelve del fracaso, canción hecha pedazos que aún es canción.

NINGUNA

viernes, 16 de agosto de 2013

ANIVERSARIOS DE MUERTES QUE NO SON NUESTRAS

Siempre mueren los demás
Marcel Duchamp


Huellas deformadas en el rincón inservible
de batallas juveniles, rotas.
Acerco mi oído, atento:
cae la nieve, más estruendo
que derrumbarse un monumento;
mas nada parece inmutarse
en este mundo de hielo.
Nuestras vidas están cayendo
pausada e inevitablemente.
Como la nieve se desmoronan
sin crepúsculo, apocalipsis
sólo interior: para nada sirve un muerto.

Pasa un hombre, queda un dolmen.

¿Estáis o no, sordos en la quietud?
La risa fácil deviene
un lobo de carcajadas, una llena
luna hiena.
Planicie de absoluto rencor será la tierra
pues a partir de ahora
nevaré yo, no las calderas:
dormiréis entre jazmines, ignorantes
de la justicia implacable
que habita mi cabeza. Sonreíd, soy
la posteridad de una quimera
nunca soñada por imposible
y estoy ahora abriendo
una puerta en las estrellas.

Dejad paso a este héroe
ved cómo viene ancestral
a herir pechos sin corazón ¡desalmados!
Acompañan su comitiva seca
dosmil niños perplejos
con una rama de azafrán entre los dientes;
parecen dormir, pero son ciegos
y sufren entre risas su ceguera.
Al mismo tiempo arropan ese cuerpo
todos los dulces
nunca saboreados por el muerto.

Podéis volver ahora al refugio
de puñales indecentes o familias nucleares;
llamad a algún dios que facture tanto odio
lo transforme en vuestras normales existencias.
No sabéis lo que estáis viendo
al contemplar vuestra muerte. Y puede
que ser sordo cauterice, mas vulnera.
Quizá nadie lo sepa
sólo yo, pero hay algo cayendo.


Es la nieve. Es la muerte.


martes, 30 de julio de 2013

El 8 de mayo de no sé qué año

Alrededor todo son flores de madreselva, ese aromático abrazo que te envuelve y que te asfixia. Un mundo dulzón y tntador como la mediocridad, la trampa cómoda que es dejarse llevar por la inercia natural que te estrangula. Este mundo que te ahoga mientras te cautiva, con una especie de anestesia o hipnosis, que ablanda tu lucha para que no sientas dolor, para que no sientas la vida...

sábado, 20 de julio de 2013

DÉJATE LLEVAR

Estás en el cine –muy moderno y con olor a nuevo– y de repente en la pantalla aparece la palabra "filosofía" en algún idioma extranjero, desconocido para ti. En ese momento te das cuenta de las enormes ganas de mear que tienes, pero están apagadas las luces. Decides aguantar y ver de qué se trata ese "documental". Resulta ser la filmación de una cámara yendo por un pasillo con tonos marrones (por lo menos no es un hospital) mientras recitan frases en superposición de color amarillo, pero en otro idioma, desconocido. Sorpresa. Por suerte, lo han subtitulado en español con tal acierto que las letras son también amarillas y se mezclan, se juntan con las otras y no se sabe lo que pone en ningún idioma. La voz en off sigue recitando algo que se pierde tras las protestas del público, entre ellas la tuya.


Pero un momento después cambias la protesta por la imaginación: te imaginas caminando por un sendero del campo mientras oyes a lo lejos niños que entonan una canción preciosa, que te alegra el paseo mientras recuerdas la sonrisa de un amigo. Quizá tenga que ser eso la filosofía. No olvides, sin embargo, que recorrieste otros cines antes de elegir este que ahora se te hace insoportable por el griterío.

De un volumen sobre sueños en preparación, inédito.

domingo, 30 de junio de 2013

OTRA CONFESIÓN

A veces tengo la impresión de que la vida es un mosaico: pequeñas piececitas, como paréntesis insertados (con paciencia de orfebre) en el conjunto de la literatura, lo que la incluye.


Porque ¿acaso hay algo que no sea el arte mismo? ¿Algo puede quedar fuera? Desconozco la respuesta, por eso le doy la vuelta: en ocasiones me parece que la literatura es el refugio, la excepción que me permite sobrevivir aferrándome a “lo otro”. Durante esas diminutas estrellas fugaces, el cielo entero resplandece. Sin embargo ¿es tan englobante la vida? ¿Puede incluir a la literatura también cuando me ducho o friego los platos?

Quizá sea más fácil que todo eso, ambas se incluyen porque se identifican: son la misma cosa. Y quizá cuando me parece que vivo, realmente hago literatura; o también, cuando me parece que escribo en realidad estoy viviendo. ¿Dónde está la frontera, dónde el pasaporte?

lunes, 17 de junio de 2013

CONFESIÓN

Durante más de 20 años he sido un infiltrado. Practicando la observación participante, ese eufemismo con el que los antropólogos califican una variante científica del síndrome de Estocolmo. He de confesar que me integré de tal manera, que a día de hoy no sé si cuando lo digo soy sincero o me dejo llevar por el paripé con el que pretendo ser algo más de lo que soy. Lo cierto es que me impliqué en la vida de los funcionarios de tal manera que en la actualidad les considero mis hermanos (laboralmente hablando, claro) porque he participado de sus sueños y anhelos, he compartido sus preocupaciones y deseos; he sido uno con ellos en la difícil tarea de sobrevivir a cada día. Creo que la experiencia me ha humanizado, ciertamente, aunque en cierto sentido ya la he superado.


Largas temporadas he compartido el infierno ¿acaso esto me convierte en diablo? Sólo estaba ahí para humanizarme, no es responsabilidad mía el infierno de la vida. Mi contribución ha consistido –mejor dicho, lo ha pretendido- en intentar mejorar tan ingrata y tan incomprendida vida. Quizás no lo haya hecho muy bien, porque algunos veían en mí un enemigo (quizá era mi tarea de espejo, la pulida superficie de mi rostro devolviéndoles el suyo, tan abominable), puede que me equivocara en la interpretación teatral o los instrumentos. Pero independientemente de eso, mi aprendizaje queda ahí, sin duda.

Intento ahora pasar por el tamiz equitativo del arte literario toda esa experiencia. Puede que con eso me enfrente aún más con mis antiguos compañeros, pero se trata de una necesidad interna, una variante de la supervivencia.

martes, 11 de junio de 2013

Paquete enteres

De un lado, la propiocepción: alterada interesadamente por el sujeto, para sobrevivir. De otro, la autoestima, que se impone cotidianamente de cara a la búsqueda de mejoría. También la visión ‘desde fuera’, que es dual. Por un lado, la admiración hacia la supervivencia ajena, como proyección de intenciones del observador; por otra parte, la exigencia que busca en el mismo cuerpo a quien ya se ha ido, irremediablemente.


La confluencia simultánea de estas cuatro perspectivas en una misma persona tiene que encajarse de manera positiva: en caso contrario, la propia supervivencia optará por el aislamiento y la incomprensión como parapeto, como motivos diferenciales que se encaminen a la convivencia cotidiana de ideas contradictorias encarnadas en un mismo individuo.

lunes, 20 de mayo de 2013

Fragmento inédito

Sentimientos devaluados como flores de plástico en la basura; eternos, imperecederos pero caducos. Como las esponjas con las que algún día quemamos todas las naves. Cuando venda mi casa, morirá mi padre.


Del libro en preparación sobre versos y epitafios

martes, 7 de mayo de 2013

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Ese contacto cálido y continuo


transportando el oxígeno

entre tus venas,

lo más dentro de todo tu cuerpo.

Tu salada

sed de vida

penetrando tus ojivas,

conociéndote hacia fuera.

Que me necesites

irreemplazable, sin mí

ni tus miradas

son-risas

rubor o pasión;

una carretera de poseerte

hasta las yemas de tus caricias.

Y sentir que me abandonas a la nada

sólo un poco

trece veces al año,

si te abandono yo

la muerte.

QUIERO SER TU SANGRE

sábado, 20 de abril de 2013

Ahora empieza la risa

Soy reconocido oficialmente como un inútil. Nada nuevo, desde luego lo sé desde hace muchos años. Inútil para una sociedad mal planteada, injusta, desequilibrada. Una sociedad en la que unos cuantos inútiles (no reconocidos como tales) se dedican a confirmar oficialmente quién lo es y quién no: quedándose oficialmente fuera de la clasificación, claro. Ironías de la vida. Ser un inútil en un mundo de inútiles significa (por reducción al absurdo) ser desmesuradamente útil. Aquí la trampa está en no decir el ‘para qué’ de esa inutilidad. Ya sabía yo hace mucho todo esto… sólo que ahora ya es oficial. Claro que no podréis contar conmigo para fabricar un mundo así de injusto e impresentable; para eso no he sido ni seré nunca cómplice.


Pero en una competición de mezquindades, siempre tendréis las de ganar. Para mí vuestro dictamen no es condena ni limosna, sino beca. Podría no hacer nada impunemente, pero no me da la gana. A partir de ahora, podréis comprobar de qué es capaz un inútil o un becario. Que tiemblen los cimientos de vuestra Babel de ideas, del proyecto de mierda al que servís, porque ahora empieza la risa.

jueves, 11 de abril de 2013

LITERATURA TÁNTRICA

Tengo una idea buenísima, pero no la escribo todavía. Le doy mil vueltas en la cabeza, busco su formulación óptima, le añado y le resto elementos… podéis llamarlo “autocensura” si queréis… más bien es una intuición del momento idóneo para escribirla. Contención, sabiduría, egoísmo, desgana, desprecio… puede tener mil nombres, pero es un solo hecho. Es la versión más erótica de la literatura para un escritor, que va modulando el instante más perfecto para plasmar una idea, para no estropearla sólo por el placer en sí mismo. Escribir resulta así una experiencia que va más allá de la literatura y la realidad en y de la que surge. Trascendiendo la trascendencia. Después el lector sólo verá letras, claro, pero la trastienda es inmensa. Esperar el instante perfecto para vomitar o eyacular un escrito, requiere una sabiduría que jamás llegamos a tener pero siempre la buscamos, imperfectos, entre la utopía.


jueves, 28 de marzo de 2013

Acaso...

Acaso el suicida sea la reencarnación de un conocimiento superior, más absoluto y englobante que el del común de los mortales. Superada ya la trivial y básica, inmediata afirmación que compartimos casi todos: soy importante porque soy precisamente yo. Acomodamos la realidad a ese hecho, buscamos formas de clasificarla y ordenarla de manera que encaje todo en este axioma.


Acaso el suicida haya superado ya esta etapa tan primaria que es el egoísmo de la supervivencia y –ya sin lastres- llega a la conclusión de que en el fondo hay cosas que están por encima de las opiniones y los intereses. Esta suerte de ‘divinidad-venida-a-menos’ alberga un doble principio: de un lado, reconoce su capacidad de enjuiciar y valorar más allá de sus intereses particulares; de otro, ignora conclusiones ajenas por no ser de su cosecha.

Acaso el suicida está tocado de una clarividencia que se nos escapa (figurada y literalmente) como una dimensión oculta, o una civilización extraterrestre. ¡Qué condena! Ser suicida en un mundo lleno de vivos planos, de mezquindades materiales que se agotan enseguida. Tanto lastre, tanto débito superando a las personas. Quizá un día se nos haga la luz y veamos más allá de nuestra pacata realidad, tan material y tan inmediata. Pero quizá si accedemos al conocimiento superior, acabemos también siendo suicidas.

Acaso el suicida no cabe en este mundo mezquino y posea otra escala de valores… la de quien se sabe prescindible, la de quien es capaz de prescindir de todo. Mientras, seguimos en esta realidad mezquina, incomprendiendo y juzgando almas a la deriva.

Acaso todos somos suicidas en potencia; sólo nos falta un hecho, una claridad, para pasar al acto. ¿Qué es la muerte para un suicida, sino un objetivo? El centro de su diana, la meta de su vida. Puede que acepte gustoso aquello que los demás negamos, puede que se nos adelante en el tiempo y el espacio. Acaso vivimos en una sociedad en la que quien madura se suicida.

Acaso es nuestra ignorancia la que nos impide compartir ese punto de vista. Quizá mientras seamos lerdos, continuemos vivos. O puede que la muerte sólo sea un pasaporte a otra dimensión, algo que descubre el suicida.

Acaso el suicidio es un embajador de otro mundo que ha venido a rescatarnos y le ignoramos, arrinconándole en la incomprensión.

Acaso el suicidio es un concepto metafísico, involuntario… y sin saberlo, cuando estamos en el punto perfecto, morimos. Acaso la muerte no sea sino un suicidio involuntario.

lunes, 18 de marzo de 2013

Piénsalo bien



Piénsalo bien. La madurez consiste en eso. Vas aprendiendo a hacer del orgasmo algo puramente mental, intelectualizándolo. A medida que envejeces te vas quitando lastres materiales. Casi te conviertes en espíritu puro. Ya quedan lejos las prioridades adolescentes y hedonistas: todo dirigido al placer físico. Te haces viejo y te vas refinando, haciendo más sibarita. Personalizando el placer. Ya no te valen aquellos placeres tan simples, tan inmediatos y fáciles, al alcance de cualquiera (o casi). Hay quienes por comodidad, facilidad o naturaleza se quedan ahí. No maduran. Eternos adolescentes hasta llegar a viejos verdes. Siguen buscando el placer fácil, sin crecimiento ni conocimiento.


Piénsalo bien. Llega un momento en el que el cuerpo es lo de menos, porque el placer habita en la muerte. La madurez consiste en esto.

Ya no follas o te la cascas, aunque podrías hacerlo. Pero dejas de buscar esos ‘picos’ en la curva; el placer se ha instalado en tu vida hasta tal punto que es constante si lo dominas. Ya eres uno con el placer, constantemente, porque lo encuentras en todo. Quizá no sea madurez, sino sabiduría. ¡Qué más da! Si es placentero, en definitiva.

Piénsalo bien.

martes, 5 de marzo de 2013

DANDO GUERRA

Pues aquí va una recomendación...
http://casitodosloscuentos.blogspot.com.es
... es gratis.

lunes, 25 de febrero de 2013

Id pensando...

Vosotros id pensando que lo mío son técnicas de autodefensa para la supervivencia, que vosotros haríais lo mismo en mi caso. Creedlo porque eso salvará mi bolsillo de las garras ávidas que no respetan nada; mientras yo, en mi paraíso inmejorable me río de vuestra compasión, pues sólo habita vuestras cabezas.

martes, 12 de febrero de 2013

CHAUVINISMO

Allí seguirán todos en mi pueblo, muriéndose de asco y sin saberlo; igual que un día yo, inconsciente, pensé que el mundo terminaba en aquel limitado horizonte... allí continuarán todos, ignorando el mundo real, parapetados tras sus cositas cotidianas: la venda que les priva del futuro.


miércoles, 30 de enero de 2013

AKONINUR

-No hay secreto, sólo un juego de nombres en el misterio.


-Hoy morirán 5.325 seres en accidentes, pero sólo será una cifra.

-A la puerta le llaman ‘Sésamo’.

-Se llega entre laberintos mentales, aunque está oculto entre la evidencia.

-Hay un encuentro inesperado con quien esperas encontrarte: parece predestinación, pero sólo es una manera de saludarse.

-Entre la soledad de la multitud que te acompaña, encontrarás una comprensión incomprensible.

-Asistirás a la ceremonia en una intimidad excepcional, oficiada por una calavera de piedra; sobre las butacas grises y milenarias, entre una acústica perfecta… el presbiterio sólo será el colofón de algo perfecto.

-A la entrada, siempre te encuentras contigo mismo disfrazado de otras personas: te preguntas si has soñado, pero el encuentro está alterado.

-Sólo pueden entrar los iniciados. La tecnología o la fuerza son espejismos de éxito.

-El camino más corto para llegar: es la peregrinación. Sin embargo, no tiene sentido la prisa: te espera en la esencia, no en la renuncia o la urgencia.

-Cachorros que amenazan inocentes desde su ternura, amenazan con su ausencia o sus caricias.

lunes, 21 de enero de 2013

Confesiones de una sombra

Tengo 1000 ángeles en mi escritorio aguardando ardientes el momento antigris de su primer vuelo. Se amontonan en mis manos y a mi espalda, apilados obedientes y disciplinados, como un ejército justiciero que espera una señal del cielo para ir a conquistar todo ese vasto territorio invadido por la literatura basura.


Miro alrededor, tanto ángel revoloteándome puede que sea solamente una metáfora del fracaso; quizá sea el ángel del “aguarda”, de la paciencia en la confianza de ser yo mismo algún día quien ría el último.

Tengo 1000 ángeles… ¿he dicho mil? Tendré que revisarlos uno a uno, no vaya a tratarse de una variante del “timo de la estampita”.

La reflexión de ahora (de alas y plumas) sólo es un arañazo al aire, colores de mañana y esperanza.

Parece que al fin me niego a comprender, no acepto el castigo del demiurgo caprichoso que –cual diablillo travieso– me ha castigado a copiar tantas veces el mismo libro, que es mío y repito de cara al escritorio… no sé si seré capaz mañana de escenificar tanta mentira.

Si no quieres el eterno retorno de mi maldición, repetida sobre tu persona, escucha un consejo: no sigas maltratando tu corazón con la literatura.

Os he de confesar que eran mentira la belleza y el lirismo del inicio. En realidad sólo tengo 900 ángeles en el trastero, almacén de frustraciones y utopía, porque mis supuestas genialidades ni siquiera tienen salida.

jueves, 3 de enero de 2013

No podréis...

No podréis competir conmigo. Apareceré al final de la partida, cuando parezca que ya está todo decidido: alguien pensará que va a ganarla porque le ha entrado una buena mano de cartas, algo excepcional y extemporáneo, pero… para entonces ya llevaré mil años de descartes y mi repóker no será casual, ni podrá luchar contra él jugador alguno. Mi victoria no será casualidad, sino paciencia.