martes, 27 de enero de 2015

A PROPÓSITO DEL MATRIMONIO DE K. Y LA MUERTE DE BUKOWSKI

Quien ha sido abandonado por todos a quienes amaba, cuando uno tras otro ha ido acumulándose en el tedioso sinnúmero de amnésicos, ése no está solo. Porque tiene intactos recuerdos, preciosos como esmeraldas, que pueden siempre ser cimientos de nuevas selvas tropicales, siempre sorprendentes.

Pero quien ha antepuesto el egoísmo de la inercia, la comodidad del sedentarismo y la cerrazón del monopolio a lo que sabe su naturaleza, ése se ha convertido (por voluntad propia o anulándola por propia voluntad) en traidor de puertas abiertas, en clausurador de imágenes, en anulador de complicidades. Él sí está solo, porque ha transformado el pasado en arquerías ciegas de lo que fueron monumentos, cercenando toda posibilidad de añoranza o melancolía en recuerdos archivados y clasificados. No ha lugar el hipotético día en que -ayuno de liviandades- pretenda desempolvar las lágrimas de lo que fue su vida, porque es un cadáver para sus propias necedades/necesidades.


Y no cabe el reproche, sin embargo, en un baúl de sabores degustados al unísono dentro del cual se ha compartido una eternidad. Sólo negar con la cabeza porque/cuando se tiene como cierta la existencia de innúmeras empresas aún por comenzar. Resignarse no es reprochable, sólo lastimero; cuando la labor del vómito sobre las ruedas de molino es sustituida por la comunión de las mismas resta la duda de si esta es la verdadera naturaleza y aquélla no era sino pose atractiva o tentadora; resta la certeza de que al hundirse el barco las ratas son las primeras en abandonar la cubierta. Pues los "versos del capitán" (que salió a comer) se han trocado en agrias prosas con firma de Bukowski, olvido ahora que todo tiempo dedicado a un desertor es tiempo perdido, y prefiero transformar el vilipendio en el homenaje a una autenticidad para la que tus ojos han sido cegados sin remedio; Strogoff sin zar, quizás -Dios no lo quiera- algún día te añores siendo vilipendiado por tempestades de sentimientos y llores en tu carísimo sillón de cuero.

Entonces podrás llamarme, pero no ahora.

1994




miércoles, 21 de enero de 2015

Propedéutica

Conseguir que los labios de una mujer se abran para reír es el primer paso (pero no el único) para que después se abran otros labios más abajo, ávidos de unas cosquillas que –aunque a veces se hacen con la lengua- nada tienen que ver con las palabras.

lunes, 12 de enero de 2015

decidido

Hoy he decidido canonizarme.

Puede parecer un mero recurso estilístico o electrónico (la santidad de uno mismo suena a alta fidelidad). Pero reunido el cónclave de mis múltiples personalidades –todas impías- han decidido elevar la petición a las altas instancias para que sirva de revulsivo a mis facetas ocultas; que se motiven hasta conseguir la santidad.


lunes, 5 de enero de 2015

Sobre Savater y otros hierbajos

Fernando Savater posee un asombroso parecido con el enano de “El señor de los anillos” en su versión cinematográfica. Dicho sea de manera metafórica y sin ánimo de calumniar u ofender a Fernando ¡nada más lejos de mi intención!

La actitud de prepotencia desde lo ínfimo resulta, sin duda, la piedra de toque para encontrar el paralelismo entre ambos personajes.


Si bien el ‘primer Savater’ se colocaba en el lugar que generacionalmente le correspondía con su “Panfleto contra el todo”, la evolución hacia el conservadurismo (que según dicen, es propio de la edad, léase Baroja o Sánchez-Dragó) ha resultado un picado digno de cualquier entrada en barrena, valga el símil aeronáutico.

Así vemos en las antípodas al ‘segundo Savater’, el actual, acomodado en paradigmas cavernícolas con supuesta motivación racional-superior.