viernes, 31 de diciembre de 2010

Oscuras visiones del futuro

Año 1985. Salamanca (España). Facultad de Derecho (en aquel entonces, junto a la Catedral). Primer piso. Saliendo de la escalera, a mano izquierda. Día 5 de diciembre. Tres individuos jóvenes se infiltran en la clase de segundo curso, donde don José María León imparte hoy una lección de Derecho Civil parte general.

Aparentemente los tres se hallan en algún tipo de trance, aunque no estorban pues permanecen en silencio, sentados en uno de los bancos laterales. Tras escuchar un rato, cuando el sopor ya se hace insoportable, uno de ellos levanta la mano y pregunta al docente sobre las consecuencias mayúsculas que amenazan el curso de la Historia a causa del giro económico que se comienza a producir en China en estos momentos. El catedrático se desentiende con algo de mofa y elude la respuesta, aduciendo que nada tiene que ver con la materia de la asignatura que imparte. Otro de los jóvenes (el de gafas) increpa al docente sobre su evidente falta de respeto hacia el compañero y le insiste en la necesidad de una respuesta, que nunca llegará. Intervienen los alumnos de los bancos de la primera fila, instando a los tres jóvenes a que callen o se marchen, pues tampoco están interesados en el tema. Ellos callan y permanecen un rato más en su sitio, escuchando en silencio la lección que continúa. Cuando el sopor ya se hace insoportable, abandonan el aula en silencio ante el alivio de la concurrencia.

El que suscribe el presente texto fue quien formuló la pregunta de aquel día. A la vista de los titulares de la prensa de los últimos días, que dicen “China tiene preparados 900.000 millones de dólares para el rescate de Europa mediante la compra de su deuda soberana”, quizás deberíamos buscar a don José María (si no ha muerto) o preguntar a los aventajados alumnos de la primera fila qué opinan del asunto.

Mejor aún: puedo emborracharme hoy... si no tienes miedo a la verdad, podría decirte lo que ocurrirá dentro de 25 años. No soy el pulpo del mundial, pero mis visiones podrían hacerte palidecer ante la inminente desaparición del Derecho Civil.

Extracto de "Malas memorias (mitológicas y profanas)", en preparación.

domingo, 5 de diciembre de 2010

PARADOJA


Tengo un unicornio azul encerrado en la mítica “jaula con barrotes de oro”. Pienso que gracias a los barrotes continúa prisionero, cautivo de su brillo, de los seductores reflejos. Jamás se me ocurriría pensar que sigue a mi lado a pesar de esta cárcel, no gracias a ella... que permanece encerrado voluntariamente para estar junto a mí, pues posee la llave de su libertad.

Si todo hubiera sido a la inversa, si el unicornio me hubiera llevado hasta su redil inmaterial y lleno de espíritus puros, ¿cuánto tiempo habría pastado en sus dominios, libres de oro? En la inmensa libertad del campo, ¿cuánto tiempo habría permanecido yo allí voluntariamente, antes de sentir la opresión del cautiverio entre los barrotes de árbol?

sábado, 4 de diciembre de 2010

¿CUÁNTAS VUELTAS TIENE LA TUERCA?


De cómo la crisis económica deviene eliminación de LIBERTAD
 
Primera vuelta: la sartén por el mango.
Dejando de lado el problema concreto que da lugar a la catástrofe, no entraré a valorar si es justo o no lo que reivindican l@s trabajador@s. Lo imporante es el problema de fondo, la desmesura en la respuesta por parte de los representantes de las instituciones. En una verdadera “democracia” no pueden resolverse los problemas laborales militarizando, porque esto es propio de las dictaduras. En teoría, lo característico de un “Estado de Derecho” es que las instancias intermedias funcionen como forma dialogada de resolución de conflictos, y cuando en un caso extremo hay dos partes cuyos intereses son irreconciliables, ambas deben remitirse a un arbitraje independiente que les vincule. Pero la táctica que siguen el PSOE y sus esbirros es imponer sus decisiones: si es porque cede la otra parte, lo llaman “diálogo”; cuando la otra parte es combativa, aparecen el Decreto-ley o el Ejército, ya lo hemos visto otras veces.

Segunda vuelta: la manipulación mediática.
Blanco hablando de “rehenes” y “secuestro de la sociedad” equipara a un colectivo de trabajador@s que piden mejoras con un grupo terrorista. ¿Se puede ser más tendencioso y manipulador? El problema actual es consecuencia directa de su incompetencia, que tras un año con el conflicto latente ha sido incapaz de resolver y ha recurrido a la imposición dictatorial del Decreto-ley, que como todo el mundo sabe es una forma de imponer la voluntad de la élite por la “puerta falsa” de la ley.

Tercera vuelta: la sanción ejemplarizante.
Rubalcaba dice que “no puede ser que por mantener el privilegio de una minoría, se vea perjudicado el conjunto del estado”. ¿Por qué no aplica este criterio a la clase política o a la élite financiera, que caerían bajo la misma calificación de esta problemática? Son juez y parte, resulta tan evidente como impresentable. Ahora, además, se rasgan las vestiduras como si l@s trabajador@s hubieran cometido un delito contra el Estado mismo, que merece ser castigado con la cárcel; pretenden superar a Reagan, no tienen bastante con el despido o la sanción.

Cuarta vuelta: la dictadura de la élite.
Cuando gobiernan los empresarios, impera la ley de la esclavitud. L@s trabajador@s no sólo estamos condenados  a aceptar unas condiciones de trabajo miserables, que para eso reforman el mercado laboral una y otra vez. Ahora además, te meten en la cárcel por no ir a trabajar. Y lo llaman “democracia”.

...

Enésima vuelta: PROHIBIR hasta completar el rompecabezas; alcanzar la INQUISICIÓN. El FASCISMO se les queda pequeño, necesitan siempre MÁS OPRESIÓN, MÁS TORTURA: laboral, política, educativa, sanitaria, económica, españolista...

Hasta que la tuerca se pase de rosca.

sábado, 27 de noviembre de 2010

De un posible prólogo...

Como los restos de un naufragio, inconexos entre sí pero formando un cuadro dramático que sólo tiene sentido en su conjunto; así se comprenderá algún día -en un futuro esdrújulo- el panorama que ahora nos toca sufrir.

Cuando comiencen a aflorar todas las obras de los atormentados de esta época, odio mascado en soledad contra un entorno que aparenta no tener sentido para así calarnos más hondo y ser neurona; obras de rencor contra lo sin-piedad que se come al hombre, porque (no nos engañemos) esto se hunde.

Toda esa energía alimentada con decepciones, tabaco, alcohol y frustraciones; mezcla explosiva que grita sin garganta en la soledad de la habitación de cualquiera de ellos.

Algún día se verá cómo todo eso, disperso y desconocido ahora, era la crónica impotente del vacío, lo que nos rodea. Y se verá también que sólo de la soledad y la desconexión podía salir esta generación de artistas que no tenían conciencia de sus respectivas existencias.

Que todo esté contaminado no es la ironía. La ironía es que ese día no llegará.

Y sólo es cuestión de tiempo. Porque mientras esos malditos lloran lágrimas de sangre azul encogidos en rincones amargos, hay por cada uno de ellos miles y miles de idiotas que gastan el tiempo en concursos televisivos. ¡Si supieran ser bestias que embisten, como ellos! Pero no. Es necesario este desangrarse cotidiano, consumiéndose por tener atadas las manos; es necesario sentir cada noche caer la manta sobre el cuerpo como una lápida, morir en cada sueño; necesario sufrir, porque están tocados con la virtud de la clarividencia, del conocimiento total sin necesidad de saber lo concreto.

Sí. Sólo cuestión de tiempo. Y el tiempo se va. Con él nos iremos y no llegaremos a conocer todas esas obras, que entre las ruinas de lo que un día fue lo que hoy vemos, en desvanes destruidos, estarán pudriéndose, o siendo comidas por las ratas. Las mismas ratas a las que hoy, ávidas, hay que dar infinitos productos para su consumo diario; lo devoran todo y cuanto más
putrefacto mejor.

Saber que todos están castrados es el primer paso.

Después, con el tiempo, estarán todos muertos.


(Fragmento de "Los grifos no tosen", 1992)

jueves, 25 de noviembre de 2010

SÉ CUCARACHA, AMIGO... DÉJATE DE AGUA


Me río yo de la gripe A y de la guerra nuclear... es más mortífera la deuda, con sus daños colaterales: la muerte de los derechos sociales.

Ya podéis ir espabilando, amiguitos. Cuando el Capitalismo dé sus últimos estertores, aquí no quedará planta sobre planta; todo está siendo arrasado, sólo se verán cenizas sobre la faz del planeta. Lo de ayer, lo de hoy... sólo es el principio del fin. El Apocalipsis se llama Capitalismo: buscad entre las notas al margen de cualquier profecía. Después de su guadaña, la vida será sólo un recuerdo: por eso quienes quieran sobrevivir tendrán que aprender desde ahora, como yo hago. Aprender ante todo a ser capaces de alimentarse una semana con la goma de un sello de correos, porque cuando termine esta tormenta sólo sobreviviremos quienes sabemos contemplar los lujos y pasar de largo.

La Revolución nos espera a la vuelta de la crisis, cuando los carroñeros se hayan devorado entre sí, cuando sólo quedemos las cucarachas.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Instantánea



Hace algunas noches se oyó lentamente un pensamiento, casi una santa compaña: “Estoy locamente enamorada”. Puede que nadie reposara su cabeza sobre semejante almohada, pero esta contribución a los monumentos no pasará desapercibida en todo futuro imposible. El valle devolvió otro código, más anhelante si cabe: “Lameré todas tus cicatrices”. Ya no era onírico, sino la consecuencia feudal de las amenazas de vida.
Traía consigo los ecos de otras eras, en busca de reivindicaciones como setas... lo cierto es que mientras él cumplió las promesas de euforia y sofrosine, para ella habían dejado de tener sentido los andamios. En los anales de sus códices miniados aún pueden leerse (algo descoloridas) ciertas glosas que incitan a mil llantos: “Limpiaré la sangre de tus bigotes cuando vuelvas de caza”, dice una de ellas. Imaginamos el perfil dispuesto –aunque no sumiso- al contraluz de la alcoba, mientras los afeites van acariciando entre el vapor de un incienso siempre escaso; degustamos esta imagen como si los velos de cualquier luz fueran suaves como una piel transparente. ¿Quién no será fiesta comulgando mil demonios de carne en semejante habitáculo? Agitemos la cabeza, neguemos con vehemencia porque no hay callejón ni salida. Sólo el castillo de un tiempo cuyos macizos bloques de incomprensión requieren mil esclavos a tiempo completo; sólo un lenguaje corrupto en el que ya faltan las almenas.
Hace algunas noches, una frase dibujaba el aire, otra risa escapaba traviesa entre las rejas de la memoria: “Lavaré todas las escarolas”. Una figura detenida sin espacio, algo así como un concepto, presidirá los análisis de aquellas sangres regaladas entre sombras que se proyectan cual promesas. Mejor no hablar de las estrellas, mejor no llegar hasta las primeras consecuencias.
La figura de una diosa impartiendo bendiciones se recorta contra el cielo, sin pedir sacrificio alguno; las masas, generosas, traen las manos rojas. Entregan lo que ya no tienen, sin reflexión ni balanza, buscando bolsillos más allá del horizonte.
¿Qué eran ellos? Un ápice mineral que se piensa astro, henchido de gases nobles. La proyección de un deseo convertido en tradición nueva. ¿Qué eran ellos sino una plena luz de túnel albergando tanta arena?
Ambas eran una y la misma... confundidas en el abrazo de un pensamiento perfecto. Si las letras rezuman lirismo, análogamente el aliento es pestilente. Débitos inevitables de la materia, espíritus venidos a cuerpo.
Hace algunas noches alguien escribirá todo cuanto ahora no entiendes: lo hará sin memoria ni conjunciones planetarias, igual que llueve. Verás cómo entonces cobra sentido cualquier rompecabezas. La paz como algo liso ocupando todo el pecho, casi buscando la forma de olvidar la catapulta. Te invadirán tantos sueños que regarán el deseo.