jueves, 25 de noviembre de 2010

SÉ CUCARACHA, AMIGO... DÉJATE DE AGUA


Me río yo de la gripe A y de la guerra nuclear... es más mortífera la deuda, con sus daños colaterales: la muerte de los derechos sociales.

Ya podéis ir espabilando, amiguitos. Cuando el Capitalismo dé sus últimos estertores, aquí no quedará planta sobre planta; todo está siendo arrasado, sólo se verán cenizas sobre la faz del planeta. Lo de ayer, lo de hoy... sólo es el principio del fin. El Apocalipsis se llama Capitalismo: buscad entre las notas al margen de cualquier profecía. Después de su guadaña, la vida será sólo un recuerdo: por eso quienes quieran sobrevivir tendrán que aprender desde ahora, como yo hago. Aprender ante todo a ser capaces de alimentarse una semana con la goma de un sello de correos, porque cuando termine esta tormenta sólo sobreviviremos quienes sabemos contemplar los lujos y pasar de largo.

La Revolución nos espera a la vuelta de la crisis, cuando los carroñeros se hayan devorado entre sí, cuando sólo quedemos las cucarachas.

3 comentarios:

  1. En mi opinión, el problema no son los carroñeros. Esos, al fin y al cabo, viven de la carne putrefacta que queda después de que las alimañas se ceben con el ganado fresco y adocenado.

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  2. JL, espero que cualquier día nos encontremos (tras el diluvio) para compartir un sello. ;)
    Silgo, tienes toda la razón: no son la enfermedad, sino el síntoma que sobrevive al huésped. El virus, por el contrario, es omnipresente.

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