jueves, 23 de enero de 2014

Un regalito

Siento en mi interior una dolencia
intuida, siempre nueva, desconocida.
Por si acaso fuera cáncer, mañana
pienso empezar todos mis sueños
para que la muerte no me encuentre
con tantas cuentas pendientes.
Es un dolor que no duele, es el vacío
de un corazón siempre hambriento
buscando una gota de rocío;
es el afán de lluvia que late
al fondo de la ilusión marchita,
el afán de sol para mis venas
deseando crecer siempre verdes.
Mis entrañas hierven una tormenta
pues necesitan algo que no llega
quizás está llegando a cada instante;
desde mañana forjaré mis mil sueños
a golpe de aliento y de sangre, sin miedo
y lejos ya de maldiciones o amenazas.
En mi interior anida una dolencia
emergente, imparable y gigante.
Mañana empezaré a curarla

por si acaso fuera la vida.


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